Mientras esperamos las lluvias hemos de aplicar dos soluciones prácticas: buscar el ahorro máximo de agua y cuidar el medio ambiente, reduciendo la contaminación y recuperando los bosques con la reforestación.
Posibles medidas para paliar la sequía:
- Adecuar los cultivos a especies que necesiten el mínimo de agua y adecuar el sistema de riego. No tiene sentido cultivar especies como el maíz (por poner un ejemplo) en zonas con graves problemas de agua. Mediante el sistema de riego por goteo el ahorro es considerable, teniendo en cuenta que en la mayoría de países el riego de los cultivos supone entre el 70 y 80% del consumo total.
- Parques y jardines públicos y privados con especies que necesiten poca agua. Se aconseja diseñar los jardines y parques públicos con árboles y plantas resistentes a la sequía.
- Utilizar ahorradores de agua en todos los grifos y duchas. Cada vez es más fácil encontrar pequeños y baratos accesorios que permiten ahorrar muchísima agua en el consumo doméstico. Las cisternas de los baños o inodoros suponen el principal consumo de agua en una vivienda. Dentro de las soluciones prácticas a la sequía exigir que estos elementos de nuestros baños sean más eficientes es indispensable.
- Evitar las fugas o pérdida de agua de los canales de distribución del agua. Aunque parezca increíble, un 10-15 % del agua se pierde por el mal estado de los canales y tuberías que transportan el agua ya que suelen ser ya sistemas viejos y que requieren mucha inversión para renovarlos y mantenerlos. Aunque parezca caro, su mantenimiento ante la amenaza de la sequía acabará siendo rentable.
- Crecimiento urbanístico sostenible. No tiene sentido construir miles de viviendas en zonas con poca agua. Estudios previos a toda expansión urbanística, buscando soluciones prácticas, deben valorar el posible crecimiento.
- Potenciar la depuración de todas las aguas residuales. Es recomendable instalar depuradoras en las ciudades y pueblos. Ante catástrofes naturales como la sequía, será indispensable que cada ciudad y pueblo tenga la suya. No podremos desperdiciar ni una gota.
- Evitar la reforestación. La repoblación forestal con especies que necesiten poca agua y sean armónicas con el ecosistema de la zona es indispensable para “atraer” las lluvias o impedir que, cuando se produzcan, el agua arrastre las tierras fértiles.
Y además…
Aumente el uso de prácticas como: sembrar árboles, racionalizar el agua, reutilizar elementos, reciclar y reducir la cantidad de desechos, ahorrar energía, entre otras.